sábado, 26 de septiembre de 2020

Capítulo 23

 




Sarai está enloquecida:

--¡¡¿¡te acostaste con esta loca también?¡¡eres maricón¡¡ ¡no te has acostado sólo con un hombre sino con dos¡

Fernando mira con una sonrisa burlona:

--¡os desprecio a los tres así que me da igual uno que hacerlo con cualquiera de los tres. Los tres sois escoria¡

Ni pensar que su marido se ha acostado con Emilio y Pablo  hace que lo ame menos, Sarai  se aferra a él desesperada:

--¡¡yo te amo, no me importa que estos dos hayan sido tus amantes¡¡ ¡¡yo soy tu esposa, nos casamos ante Dios¡

Fernando la mira con odio:

--¡¡te odio¡

Sarai cae de rodillas a los pies de Fernando:

--¡¡no, yo te amo.yo te amo¡

La joven llora sangre. Fernando se siente poderoso, su mirada es muy dura. No hay compasión. Pablo  está muy impresionado. Ese hombre que ha amado toda su vida, lo odia. Su recuerdo más hermoso, el de la primera vez ha quedado manchado porque Pablo  cree en serio que Fernando sabía desde el principio quién era. Está muy impresionado. A pesar de esto, Pablo  agarra por los hombros a Sarai para levantarla. 

--ven, esta basura no merece la pena.

Sarai está enloquecida:

--¡¡es mi esposo,  es mi esposo¡

Fernando escupe en el piso muy cerca de Sarai y Pablo.

--¡¡yo no quiero nada de una persona que es hijo de un asesino¡

Y a pesar que Pablo  trata de levantarla, Sarai se tira a los pies de Fernando:

--¡¡es un error, un error¡

Como loco Fernando con el dossier en la mano:

--¡¡mira todos estos crímenes, el padre de estos jotos lo planificó todo pero tu padre fue la mano ejecutora de cientos de familias¡

Fernando está como loco, Pablo , Sarai y Emilio aturdidos. Aman a ese hombre que tanto los odia. Sarai se levanta, mira a su amado con ojos de sangre. Le da un leve beso en los labios. Sólo lo roza porque Fernando se la aparta de ella con desprecio. Su mirada es de puro odio. Pablo  siente mucho rencor pero también compasiòn por Sarai. Rota de dolor la legítima esposa de Fernando dice:

--¡¡pues si mi padre es un asesino, te juro que lo mato¡

Con sus dedos hace una cruz. La besa diciendo:

--¡¡te lo juro¡

Pablo  está impresionado, Fernando es puro hielo:

--por mi si quieres te matas tú también.

Fernando habla con desprecio. Pablo  se enfrenta a él:

--¿¿¡qué es lo que tienes en las entrañas¡¡?¿¡¡es que no tienes corazón?¡

Lleno de odio y dolor y con una lágrima deslizándose por la mejilla:

--¡¡no... vuestro padre me lo arrancó¡

Sarai se va como una loca. Pablo  trata de retenerla:

--¡¡no hagas ninguna locura¡

Fernando está ajeno a todo sus únicos sentimientos fueran de odio.

--¡¡no puedes dejar que se vaya así¡¡ --Pablo preocupado.

Fernando no le hace caso y Pablo  se va detrás de Sarai . Emilio mira a Fernando con tristeza. Furioso Fernando le dice:

--¿¡¡tú que miras maricón?¡

--¿También quieres que yo me mate? porque sí así tú vas a ser feliz yo lo hago.

--eres un cobarde  no serías capaz --dice Fernando con desprecio.

--Por tu amor yo he hecho muchas cosas y si yo supiera que con mi muerte ibas a hacer feliz te juro que la daría.

A Emilio le duele mucho el odio de Fernando, que no haya compasión en él:

--ojala te murieras.

Muy triste Emilio le dice:

--Mi abuela tenía razón, tu alma es negra, la belleza de tu exterior no es un reflejo de tu alma que es muy fea.

--¡¡almenos mi padre no es un asesino¡

Emilio está muy impresionado por eso:

--te juro que si pudiera quitarme cada gota de esa sangre lo haría. Dime lo que quieres que haga para que te sientas mejor y yo lo hago. Si quieres que me quite la vida lo hago...

Fernando se le acerca lo mira desafiante:

--¿de verdad serías capaz de matarte si yo te lo pido?

--Si. Te he demostrado que por ti soy capaz de todo.

Y Emilio traga saliva, espera que con eso Fernando reaccione pero Fernando dice con odio:

--¡¡no quiero que te mueras porque la muerte es poco para lo que se merecen tú y tu hermano¡¡ ¡¡pero no necesito que hagan nada, yo mismo los voy a destruir¡

A Emilio le duele mucho el odio de Fernando y le duele más por Fernando, porque sabe que fue su padre quien lo convirtió en el monstruo que es y eso le duele. Pablo  llega en ese momento.

--¡¡no pude retener a Sarai¡ ¡¡se fue como loca en su auto¡¡ ¡¡si no se mata es capaz de hacer una locura¡

Fernando se sienta en una butaca. Enciende un cigarro. Pablo  se enfrenta a él:

--¡¡¡¿es que no te importa lo que le pase a tu esposa?¡

--No --y tiene en sus piernas ese dossier-- sólo me importa destruir a todo el mundo.

Pablo  lo abofetea pero a Fernando no se le mueve un sólo músculo de la cara.

--¡¡quiero que te vayas de mi casa¡

Fernando se le ríe sarcástico. Tiene una actitud despreocupada:

--eso no va a poder ser porque esta es mi casa ¿recuerdas que el día de tu falsa boda firmaste unos papeles? pues me cediste todos tus bienes y la loca de tu hermano me cedió todos sus bienes para que me acostara con él, no pasó nada porque yo no quise.

Pablo  mira a su hermano decepcionado:

--¿¡¡¡cómo pudiste?¡

Fernando se le ríe:

--vuestro padre debe estar orgulloso de sus dos jotitos, que por coger con un macho me han puesto en las manos todo su imperio.

--Así que eso es lo que tú quieres ¡¡el dinero¡ --Pablo .

--te equivocas cuando acabe todo esto ese dinero será destinado a causas benéficas. No sabes el asco que he tenido que pasar al ser besado por ti y por el desgraciado de tu hermano que con tal de perder su virginidad con un hombre le dio igual que fuera el marido de su hermano.

Emilio no soporta el odio de su amado, el reproche de su hermano y se va de la casa llorando . Pablo  no lo retiene. Se enfrenta al que hasta hace poco creyó su esposo:

--¡pues disfruta de tu venganza. Te odiaré hasta que me muera¡

Pablo se va casi con lo puesto y lo que más le duele es que Fernando ni se inmuta. Se queda sentado fumando como si todo le diera igual.






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