Fernando siente una gran rabia al saber que Pablo tiene novio. Da un golpe en el volante con rabia:
--¡¡es una putita¡¡ ¡¡una puta¡
Él no se ha acostado con ningún otro hombre y le da rabia creer que Pablo haya sido de otro. Piensa en las dos veces que se acostaron:
--¡¡es que no sé de qué me sorprende¡¡¡a mi se me regaló siendo un niño … se le habrá regalado a todo el planeta¡ ¡¡ese imbécil debe ser su amante de turno¡
Fernando se seca las lágrimas. Tiene que hacer un gran esfuerzo para no llorar. Él mismo se recrimina sus sentimientos de dolor por el chico:
--¡¡es el hijo del asesino de mis padres¡¡ ¡¡tengo que acabar con él ¡¡ ¡¡tengo que acabar con él ¡¡
No deja de pensar en la primera vez que se acostaron. Su rostro se llena de ternura:
--fui el primero, el primer
Va del amor al rencor:
--¡¡eso no quiere decir nada¡¡ ¡era sólo un niño, hubiera sido cualquiera ¡¿¡que yo haya sido el primero no quiere decir que no se haya acostado con mil hombres después¡¡ ¡¡a saber cuantos centenares de hombres han pasado por su cama¡¡
Fernando siente que lo odia aunque es un odio que en realidad es amor, lo odia porque cree que ha sido de otro, atrás queda la venganza. Y Fernando lo sabe y por eso sus remordimientos son parecidos a los que sintió cuando cada vez que se acostó con él moría uno de sus viejitos. Seca sus lágrimas. Lo interrumpe el sonido de su celular:
--¡¡¡si¡¡¿¿Qué pasa Carla ? --grita con fastidio.
--chico… ¿es que te ha ido mal? No creo que peor que a mí…
Fernando tiene la voz rota pero no se quiere mostrar débil ante Carla :
--aquí estoy delante de la casa de ese imbécil ya voy a entrar en contacto con él.
--yo voy para allá, tú encárgate del mayor. Yo no puedo hacer nada. Es más mujer que yo. Es un joto, una loca. Es una cosa repugnante. Es hora que de verdad demuestres que tan lejos estás dispuesto a llegar por vengar a tus padres.
Fernando sólo tiene pensamientos para Pablo. Le da igual el otro hermano.
--aquí perderás también el tiempo. Este también es gay.
Carla está entre que se ríe y furiosa.
--¡¡los dos herederos de Carvalho son gays, el viejo debe estar retorciéndose en su tumba¡ ¿y qué hacemos?
Fernando está lleno de rencor pero es un hombre celoso. Se ha olvidado de su venganza.
--este come de mi mano. Le gustan mucho los machos y nos conocemos del pueblo. Siempre anduvo muy enamorado de mí pero yo nunca le hice caso.
--Te tienes que casar con él. Luego nos ocupamos del otro bastardo. Es idiota. No merece la pena perder el tiempo en él. No nos va a servir de nada. Céntrate en el pequeño. Es importante que te cases con él antes que sea un hombre rico, así no sospechará.
--¿olvidas que ya soy casado?
--obvio no será una boda legal. Contrata a un hombre para que finja ser un juez. Eres su primer amor, se deslumbrará ante ti y le pides matrimonio. Si lo haces todo romántico seguro que cae facilito pero es importante que tú estés con él en su casa cuando le llegue la noticia de la muerte del viejo. Tú lo tienes que convencer para que te firme un poder cediéndote todos sus bienes, será un primer paso. Después de creerse casado con su amor de juventud y rico el bastardo se morirá del coraje al verse pobre y soltero
Fernando desconecta su celular:
--casarme con Pablo
Una amarga sonrisa aparece en su rostro.
Fernando sale del auto decidido y llama a la puerta. No está cerrada con llave y no le abren así que entra.
--¿hola?
Pablo sale de la cocina con unos platos y en delantal. Se queda helado al ver a Fernando. Se le caen los platos. Fernando mira a ese chico con rencor aunque en su corazón hay revuelo. No le cuesta nada fingirse el galán. Se agacha:
--yo le ayudo.
--¡no, no¡
Ambos están nerviosos. Fernando lo ayuda a limpiar. Roza la mano de él haciéndole estremecer:
--hola, Pablo … cuanto tiempo.
Y Pablo suspira enamorado. Fernando tiene una falsa sonrisa de seducción en su rostro pero una mirada de amor contenido que no puede ocultar. Pese al tiempo que ha pasado ninguno de los dos se ha olvidado del otro. Pablo está muy exaltado. Se ha cumplido su sueño. Siempre soñaba que su amado lo iba a buscar para iniciar una vida a su lado.
--¿qué haces aquí? –le pregunta Pablo seguro de su respuesta.
--Venía de paso y me perdí.
Los dos examantes se miran muy nerviosos y no saben bien qué decirse. Fernando lo siente temblar . Se da cuenta que no le costará tener bajo su dominio.
--¿Sabes de un hotel cerca? Es que tengo que pasar la noche en este lugar que no conozco.
--No, es un pueblo pequeño. Aunque hay una pensión pero no muy cerca. Te puedes quedar aquí ¿no?
--¿y no se enfadará tu novio?
Pablo siente que el corazón se le va a salir por la garganta.
--no tengo novio.
Y Fernando sonríe pero por dentro lo odia porque cree que miente.
--¡Mentiroso¡¡¡Maldito desgraciado¡¡te voy a destruir ¡¡¡eres un desgraciado como tú padre¡¡ --dice para sí.
Pablo le muestra el sofá.
--es cómodo.
Pablo está enloquecido por la sonrisa de su amado. Fernando es muy seductor.
--creí que iba a dormir contigo.
Pablo está temblando. Ese hombre lo derrite. Tenerlo delante es el sueño de su vida.
Fernando lo mira seductor mientras se va desnudando.
--¿no quieres recordar viejos tiempos?
Fernando lo estrecha entre sus brazos y Pablo muere por él. Se funden en un sólo cuerpo. A Fernando le sorprende la inexperiencia de Pablo. No quiere alejar la idea de su mente que Pablo ha sido de muchos hombres. Así le es más fácil odiarlo. Después de hacer el amor hay una mirada de triunfo en Fernando. Pablo lo mira aturdido. No quiere soñar. Tiene miedo de qué Fernando lo vuelva a humillar. Que una vez más lo haya usado.
--¿Y ahora qué?
Desnudo en la cama, Fernando pone una mirada seductora y con su mejor sonrisa dice a una Pablo que se queda perplejo:
--Cásate conmigo.
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