Fernando está muy furioso en la ducha. Trata que el agua lo relaje pero no es así. Lo rabia lo consume.
--¡malditos, malditos¡¡ ¡¡todos van a pagar todoss¡¡
El guapísimo hombre da un golpe a la pared:
--¡¡no voy a tener piedad, sean quienes seas los voy a destruir. Voy a tener la misma piedad que para con mis padres¡¡
El recuerdo de esa cruel noche atormenta una y otra vez al guapo chico. Sale de la ducha y secándose la cabeza con la toalla. Se sienta en la cama:
--espero que Carla haya averiguado lo que nos interesa aunque ni que se escondan por debajo de las piedras...
Fernando agarra su medalla que tiene en la mesita. Verla alimenta su odio y le da fuerzas para seguir adelante.
--¡¡Fernando¡¡
Es Carla la que entra.
--¡¡estoy aquí¡¡
Carla lo devora con los ojos. Ese hombre le gusta y mucho.
--¿averiguaste algo? --dice él acercándose.
El cuerpo desnudo de él en movimiento es toda una tentación para ella. Sonríe pícara:
--no nos podemos distraer, así que mejor tápate que no responde...
Fernando pone cara de fastidio porque está muy ansioso por saber lo que ha averiguado Carla. Se pone en la cintura una toalla. Aunque así humedo y con su fornido torso desnudo lo que más desea es poseerlo pero como lo que está en juego es una fortuna logra controlarse:
--ya tengo los datos de esos dos herederos, ya te dije que en la cama nadie tiene secretos...
--¿te acostaste con el hombre de confianza de Maquiavelho?
--¿celoso?
En el fondo a ella le gustaría que sí porque esto significaría que él está con ella por algo más. Fernando responde con indiferencia:
--no, simplemente es para saber a punto de qué eres capaz de llegar por nuestros planes.
--¡¡hasta el final¡¡ ¡y espero que tú tambien¡¡
--tranquila. Yo me parezco mucho a ti. No es la primera vez que me acuesto con alguien para arruinarle la vida. ¡¡lo haré las veces que sea¡¡ ¡¡me acostaré con quien sea si así culmino mi venganza¡¡
--me alegro porque tenemos nuevas víctimas...los hijos de Maquiavelho. Yo me ocuparé del mayor. Te dejo al menor.
Sin conocerlos Fernando ya siente un gran odio hacia esos hombres.
--!Dalo por destruido, convertiré su vida en un infierno¡¡
--pero recuerda que le tienes que sacar información y no será fácil. El asesino ha dejado dos herederos, dos hijos naturales. No tuvo más hijos. No creo que estén informados de los planes de su padre.
--¡¡no importa, son los hijos de un asesino y ellos llevan la semilla del mal¡¡ ¡¡eso los hace malditos a ellos¡
--Estoy seguro que Maquiavelho no se habrá querido llevar todos sus secretos a la tumba y de alguna manera se habrá encargado que su herencia de sangre pase a sus descendientes.
--¿y sabes exactamente lo que dice el testamento?
--No... en eso Simón Torres fue una tumba pero le saqué la dirección de los hijos que ya es bastante, son unos muertos de hambre. El mayor vive en la ciudad así que yo voy para allá. El otro vive en un pueblecito lejos de aquí.
--¡¡salgo ahora mismo¡¡ ¡¡tengo ganas de verle la cara al hijo del asesino de mis padres¡¡
Carla le da un papel:
--aquí tienes la dirección. Vive solo. Tu próxima víctima se llama...
Fernando no la deja seguir. Mira sólo la dirección. No le importa nada:
--¡ No me interesa quien sea¡¡ ¡¡sólo que se prepare porque va a desear no haber nacido¡
Carla pone sus manos en la cintura de Fernando y le muerde el cuello:
--y ahora nos podemos divertir...
Carla le saca la toalla pero él se aparta de él:
--¡¡ahora no¡ ¡¡tenemos cosas importantes que hacer¡¡
--pero podemos divertirnos.
--¡¡no¡¡ ¡guarda tus energías para acostarse con el hijo del asesino.
--puedo con todos --dice Carla tratando de provocarlo y acariciando el pecho de él.
Fernando le agarra de las muñecas y le da un pequeño empujón:
--¡¡que no¡¡ ¡¡yo me voy a conocer al hijo pequeño del asesino¡¡
Y Fernando se viste ante la excitada mirada de Carla que además se queda frustrada de no haber logrado su objetivo
En el humilde hogar de Emilio, Shin-Chan ladre porqué han tocado. Emilio mira por la mirilla. Es un hombre muy guapo, de ojos claros y muy penetrantes. Su cuerpo es espectacular. Emilio queda muy impresionado. Se aparta de la puerta.
--¡¡que hombre más guapo¡¡ ¡¡es todo un monumento¡¡ ¡¡está que quita el sentio¡¡
Emilio vuelve a mirar:
--¿¿será un vendedor? ¡¡qué guapo es¡ le compro lo que venda y porque no tengo dinero sino lo compraba a él.
Emilio se estremece sólo de pensar que cuando abra la puerta se encontrará delante a uno de los hombres más guapos que ha visto en su vida:
--es el hombre que siempre he esperado.
Y de repente le vienen a la cabeza las palabras de su abuela. Su corazón late con fuerza:
--¿¡será él?
Emilio está muy nervioso. El guapo vuelve a tocar a la puerta:
--¡¡señor Emilio Lopez, sé que está ahí¡¡ ¡¡me urge hablar con usted¡¡
Emilio se estremece al escuchar su nombre en la voz de ese hombre tan guapo:
--¡¡viene a por mi¡¡viene a por mi¡¡ ¡¡es el hombre del que me habló mi abuela¡
Abre la puerta, jadea al verlo y es que frente a frente aún es más guapo.
--Hola --dice Emilio extasiado.
El guapo sonríe mucho porque se quiere ganar la confianza de Emilio:
--Soy Simón Torres, el hombre de confianza de Maquiavelho Carvalho. ¿puedo pasar?
Emilio está seguro que todo esto que le dice el hombre no es más que una excusa:
--él es el regalo del cielo más grande que podría recibir. --piensa.
Emilio lo hace pasar. Simón se sorprende de la pobreza en la que vive Emilio. Se sienta en una silla que mira con asco. Mira con miedo al perro.
--tranquilo, que mi perro no le haría daño a un guapo como tú.
Emilio lo devora con los ojos. Simón fuerza una sonrisa:
--esta locaza me va a poner las cosas bien difíciles. --dice para si.
Simón empieza a sacar papeles:
--sé que lo que te voy a decir será difícil para ti pero te pido que confies en mi ¿lo harás?
--haré todo lo que quieras.
--No sabes nada de tu padre no?
--¿usted lo conoce?
--trátame de tú, seremos amigos ¿no?
--si tú quieres.
Emilio suspira fascinado. Su interés por él molesta a Simón pero tiene una misión que cumplir:
--tu padre se llamaba Maquiavelho Carvalho, ha muerto y tú eres su heredero junto a tu hermano.
--¿tengo un hermano?
--tu vida va a cambiar mucho.
--¿y tú estarás conmigo?
--sí.
Emilio y Simón hablan durante largo rato. Luego Emilio acompaña al hombre al coche aunque éste insiste en que no. Emilio bavea por él, no sólo se da cuenta Simón sino que Carla que desde un coche los observaba. Cuando Simón ya se ha ido (Carla agacha la cabeza para que no la reconozca) unos chicos tiran huevos a Emilio:
--¡fuera maricon¡¡
Los movimientos femeninos del chico no dejan lugar a dudas. Carla golpea el volante:
--Carla golpea el volante:
--con este no tengo nada que hacer¡maldita sea¡¡
Fernando tras un largo viaje llega al pueblo en el que vive Pablo . Mira la dirección.
--esta es la casa.
De ella sale una pareja. Son Rodrigo y Pablo. Rodrigo lo abrazado. Pablo lo acepta pero como un amigo.
--¿cuál será? Se supone que vive solo. Será el que se quede.
Cuando Rodrigo ya se ha ido Fernando se da cuenta que que ha salido de esa casa no es más que Pablo . Lo mira horrorizado recordando las dos veces que hicieron el amor.
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