viernes, 25 de septiembre de 2020

Capítulo 16








Pablo  abraza feliz a Fernando al que cree su esposo.

--no me puedo creer que estamos casados.

Fernando sonríe con un brillo de perversidad en su mirada:

--pues así es.

Fernando mira con complicidad al falso juez, recoge todos los documentos que hay sobre la mesa. Se los guarda en una carpeta.

--¿qué haces? ¿esos papeles no son para el señor juez?

Fernando sonríe:

--yo los tengo que entregar en la capital. Es por acelerar el trámite.

Pablo sonríe confiado. Fernando lo besa, a veces le duele engañarlo y otra vez siente que su venganza está llegando al final y eso lo anima a seguir. El amor que siente de Fernando hacía él hace que el chico crea en todo lo que le diga.

--¿ahorita vamos a la capital?

Fernando se muestra amoroso y en realidad aunque se quiere convencer que finge no es algo que le cueste hacer:

--claro que no. Ahora es nuestra luna de miel. No voy a permitir que nadie y nada se interponga en nuestra felicidad. Sólo tú y yo sin que nadie nos moleste.

Y se besan apasionadamente. Fernando, aunque no se siente libre para ser feliz, se siente a gusto. Disfruta en brazos de ese chico que tanto ama y tanto odia. Se oye un celular.

--¿¡qué es eso?¡

--es mi celular.

--no lo tomes,  deja que suena.

Fernando fuerza una sonrisa:

--no puedo hacer eso. Será de mi trabajo. No lo puedo perder. Ahora tengo una familia.

--pero dijiste que nadie nos iba a molestar.

Fernando fuerza una sonrisa, se muestra amoroso, su mirada es dura. Está seguro que es Carla  quien lo llama y eso le recuerda una vez más que no está con ese chico para amarlo sino para destruirlo. Se aleja de Pablo :

--ahora vuelvo.

--pero ¿porqué no puedes hablar delante de mí?

Fernando le sonríe forzadamente, se aparta y contesta el celular con prisa y no mira de quien es la llamada.

--dime.

Pablo  lo mira a lo lejos. Que se haya alejado le da desconfianza pero esa desconfianza es de sólo unos segundos. Lo mira, ama a ese hombre. Está seguro que se han casado: ¿cómo desconfiar? No es Carla  la que llama sino Sarai. Aunque apenas acaba de dejarla está tan centrado en Pablo  que casi ya la había olvidado. Le parece que es alguien muy lejano de su pasado.

--¿¿¡dónde demonios te has metido????????

Fernando se aparta el celular del oido para no escuchar los fuertes insultos de la mujer. Aunque está muy nervioso fuerza una sonrisa ante Pablo . Le pone especialmente nervioso estar hablando con su esposa delante del hombre  con el que se acaba de casar. 

--no me grites.

Aunque Fernando está alterado procura no gritar para que Pablo  no descubra que es un hombre casado.

--¡¡¡¡yo te grito lo que se me pega la gana y si no regresas ya mismo te quedas fuera de la casa y de la empresa¡¡

--Recién me acabo de ir no puedo regresar, tengo cosas que hacer.

--¿¡¡qué asuntos?¡

Fernando cuelga, ya ha obtenido de Sarai lo que necesitaba. De hecho ya no la necesita y con lo desquiciada que la oyó considera que está bastante destruida y ahora deben centrarse en los hijos de Carvalho. Sarai está como loca:

--¡¡Fernando no me vas a hacer esto¡¡ ¡¡no¡¡

Y vuelve a marcar. Fernando se iba a acercar a Pablo  pero de nuevo suena el celular y Pablo pone cara de fastidio. Fernando sí se fija que es Sarai y apaga el celular. Esto enloquece a Sarai:

--¡¡maldito¡¡maldito¡¡¡pero no me va a dejar¡¡¡antes acabo con él¡¡¡¡Eres mío,  mío¡¡

Sarai ríe como una loca. Pablo , por su lado, sonríe al darse cuenta que Fernando apagó el celular:

--así nadie nos va a molestar.

Fernando abraza a su esposo y los dos se van muy abrazados. Pablo  lo mira enamorado:

--¿y ahora qué hacemos?

Fernando lo mira seductor:

--consumar nuestro matrimonio.

Fernando siente que lo odia aunque lo ama y que al acostarse con él fingiéndole amor hace que sí disfrute sin culpa del sexo. El uno goza en brazos del otro.

--esto es un sueño,  soy tan feliz --jadea Pablo que vive un sueño.

Fernando también se siente feliz, por un momento le gustaría poder olvidar todo el daño que el padre que ese joven jamás conoció le hizo y poder amarlo libremente.

--yo también, mi amor. Tu vida a mi lado será como nunca soñaste.

Y Pablo vibra en brazos de Fernando, Fernando que tiene un brillo de odio en sus brazos:

--¡¡tú y el maldito de tu hermano van a pagar con sangre la muerte de mis padres¡¡ --dice para sí.




Emilio se siente como pez fuera de casa en la gran mansión de su padre. Aunque todo es muy lindo no se compara con la belleza de Simón. Éste presenta al joven a la servidumbre:

--ellos están para servirte, te instalaran en el cuarto de tus padres y lo que necesites les dices.

--¡¡no te quedas conmigo¡¡? --dice Emilio ansioso.

--no, yo sólo soy un simple abogado..

--¿pero nos volveremos a ver?

--si claro, yo te  tengo que poner al corriente de los asuntos de tu padre.

Emilio suspira enamorado mirando al guapo abogado.

--¡porqué no te quedas en esta casa? es muy grande. Cabemos los dos.

Emilio está seguro que ese es el hombre que lo desvirgará pero piensa que tal vez sea tímido y desea ayudarlo. Simón se siente muy incómodo pero ocuparse de los asuntos del chico le da mucho dinero y tiene que aguantarlo:

--es que tengo que ir a buscar a tu hermano. Mañana en la noche tu hermano estará contigo.

--hermano,  tengo un hermano.

--bueno, yo ya me voy.

Simón encaja su mano y Emilio se la estrecha excitado. Mira el culo de ese guapo con deseo:

--¡¡que cuerazo¡

Emilio está muy excitado sabiendo que pronto vivirá un amor pero no sabe exactamente con quién. Le gusta Simón pero está abierto a cualquier guapo que se que acerque y ahora que tiene mucho dinero está seguro que tendrá todos los guapos que quiera


.



Fernando sale a abrir la puerta desnudo y envuelto en una toalla. Es Rodrigo. Los dos hombres se miran con rabia.

--¿¡tú quien eres? ¿¿qué haces así? --Rodrigo.

--creo que es evidente ¿no? De todas formas las preguntas las hago yo.

--Mi amor ¿quien es?

Pablo  sale en bata. Rodrigo lo mira con sorpresa y pena. Pablo se siente incómodo. Rodrigo se disculpa:

--perdón yo... venía por si necesitas algo.

Fernando abraza a Pablo  para marcar su propiedad:

--¡¡Pablo  es mi esposo, ya me ocupo yo de él ¡¡

Pablo  mira a Fernando enamorado y feliz. Le emociona que haya mencionado que es su esposo, además lo ve celoso y eso le hace sentir seguro de su amor. Rodrigo se disculpa y se va. Fernando cierra la puerta furioso:

--¿¡¡¡qué confianzas le has dado a este tipo?¡¡

--sólo es un amigo --dice Pablo acariciándolo.

Fernando le agarra de las manos molesto:

--¡¡ya,  debes tener contentos a tus amigos¡

--¿porqué? --dice Pablo  que no entiende su rabia.

Y Fernando desea atacarlo  y es que aunque su corazón llora por él, lo desea castigar por haber sido de otros:

--cuando ya lo haya dejado en la ruina y no lo necesite podré decirle lo que se merece --dice para sí.


Llaman a la puerta. Es Simón que quiere hablar con Pablo Fernando lo esperaba pero se hace el sorprendido:

--yo soy su esposo.

Fernando escucha en un segundo plano, Pablo  casi se desmaya en brazos de Fernando al saber que es un hombre rico, que tiene un hermano..............


Emilio baja las escaleras corriendo cuando le dicen que Simón ya ha llegado. Simón está ya con Pablo y  Fernando. 

--¿quién será esta locaza? --Piensa Fernando.

Emilio mira a Fernando extasiado. Su belleza lo ha cautivado:

--es una escultura hecha hombre ¿de dónde ha salido este bombón? Es un ángel en la tierra. Nunca vi un hombre tan guapo. Ni en la tele.


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