Pablo está cayendo por el precipicio pero se aguanta en una rama.
--¡¡Fernando¡¡¡Fernando¡¡
El guapo joven corre a su auxilio.
--¡¡no te sueltes, no te sueltes¡¡
Fernando se tira sobre la tierra y con su mano trata de tomar la de Pablo .
--¡¡me resbalo¡¡
Fernando está desesperado. No quiere ver morir a otra persona.
--¡¡sujétate a mi mano¡¡
Son apenas unos segundos que a los dos les parece horas. Se rozan sus manos pero no llegan a encajarla.
--¡¡no puedo¡¡ --llora Pablo.
--¡¡haz un esfuerzo¡¡
--¡¡me voy a morir¡¡
Fernando revive una vez más el infierno de la muerte de sus padres. En aquel momento no pudo hacer nada y ahora no quiere que la historia se repita.
--¡¡tú no te vas a morir, tú no¡¡
Y mientras que los jóvenes tratan de que sus manos se encuentren Fernando ruega a sus padres que lo ayuden:
--¡¡no me hagan esto. No quiero llevar otra muerte en mi consciencia¡¡¡no quiero¡¡ --dice para sí.
Y de repente Fernando toma de la mano a Pablo :
--¡¡ya te tengo, ya te tengo¡¡
Y con mucho esfuerzo la va subiendo.
Altamira está en su casa cargando unos platos. De repente siente una punzada en el corazón:
--¡¡Fernando¡¡ --dice con angustia.
Y cae al piso
Fernando ha logrado salvar a Pablo . Los dos caen sobre la hierba el uno sobre el otro. Se miran muy sofocados.
--¡¡me salvaste¡¡¡ ¡¡me has salvado la vida¡¡
Los dos están muy agotados por el esfuerzo. Pablo no contesta nada. Sólo lo mira con mucha intensidad. Está feliz porque ha logrado salvar al muchacho y sonríe. Es la primera vez que Pablo ve ternura, ve amor en los ojos de él. Están los dos tumbados el uno al lado del otro. Pablo lo mira, lo acaricia:
--yo creí que me odiabas pero ahora me doy cuenta de lo mucho que te importo.
Fernando no le dice nada pero lo mira de una forma especial. Pablo besa suavemente sus labios, en un primer momento con miedo al rechazo de él y después con una pasión a la que Fernando responde. Y los dos se dejan llevar. Se devoran y se fusionan en un sólo cuerpo. Es la primera vez para los dos, la primera vez para cada uno de ellos. En su miradas se nota la inocencia que están perdiendo, se les nota las ansias de la búsqueda del placer de los cuerpos. Pablo ama y se siente amado. Se siente feliz al sentir dentro de él a su amado. Es mucho el dolor que siente al ser taladrado por el inexperto chico. Grita de dolor pero le gusta. Piensa que al fin ha logrado el amor de Fernando y serán felices para siempre.
Fernando tiene la mente en blanco, sólo piensa en el gozo que siente pero también siente ternura. Disfruta con el placer de la carne pero también le gusta la entrega de ese adolescente que está disfrutando a pesar del dolor que siente. Pablo disfruta porque le gusta sentir a Fernando dentro de él. Pero no siente placer. Sólo dolor pero es feliz por estar con Fernando, con oír sus jadeos. Sentir su respiración jadeante Fernando se está desahogando y a Pablo le gusta que disfrute de él. Es breve pero muy intenso para los dos. Luego los dos se quedan medio desnudos el uno al lado del otro mirándose con deseo. Aún jadeando y cansados por el placer. Pablo lo mira muy enamorado. Espera que él le diga algo pero no lo hace porque está casi en shock. Pablo lo acaricia con mucha ternura en la mejilla. No puede creer que haya sido suyo ese chico tan guapo, que tanto ama y que tanto la ha ignorado.
--¿en que piensas? --Pablo.
--en nada... ¿y tú? --contesta para decirle algo.
Pablo se aferra bien a él:
--que te amo, que me parece un sueño que haya sido tuyo. Estamos unidos para siempre.
Pablo espera que Fernando le diga algo pero permanece en silencio.
--¿me amas? Di que me amas.
Y Fernando se levanta y empieza a abrocharse la camisa y los pantalones.
--¡¡nos tenemos que ir¡¡
Ahora vuelve a ser el mismo Fernando brusco de siempre.
--¿que pasó? --le pregunta Pablo abrazándolo.
Fernando se aparta de su lado:
--¡¡me tengo que ir¡¡
Pablo no lo deja ir:
--¡¡hemos hecho el amor... ha sido mi primera vez¡¡
Y a Fernando le duele el dolor del adolescente pero tiene clavada en su alma la imagen de sus padres muertos, de su madre siendo violada.
--¡¡me tengo que ir¡¡
Pablo no deja que se vaya:
--¡¡porque eres así conmigo¡¡¡ ¡¡hemos vivido un momento mágico, he sentido tu amor¡¡ ¿¿que es lo que pasa?
Fernando se lleva las manos a la cabeza:
--¿¡¡cual magia?¡¡ ¡¡yo te he salvado la vida y tú como agradecimiento te me has regalado¡¡ ¡¡te has comportado como una puta¡¡ ¡¡ahora no me reclames nada¡¡
A Pablo le duele mucho el desprecio con el que lo trata él pero ni aún así deja de amarlo y trata de luchar por él.
--¡¡tú me amas¡¡¡ ¡¡me has salvado la vida¡¡
--¡lo he hecho por obligación, lo hubiera hecho por cualquiera¡¡
--¿porque dijiste que no podías dejar morir a alguien a otra vez o algo así?¿es que viste morir a alguien?
Fernando lo mira furioso y Pablo trata de acariciarlo:
--¿es por tu mamá?
--¡¡y a ti que te importa¡¡
--tú eras un niño, no tienes la culpa de nada.
--¡¡y tú qué sabes¡¡
Fernando se derrumba, todo el dolor y toda la culpa que siente se le vienen encima. Se da la vuelta para que Pablo no lo vea llorar. Pablo lo abraza por la espalda:
--deja que te ayude.
Fernando se aparta y lo mira con rencor:
--¡¡no quiero nada de ti¡¡
--Antes no decías eso --le reclama -- me hiciste tuyo.
--¡¡esto es lo que querías¡¡¡pues ya lo lograste, ya no esperes nada de mi¡¡
--¡¡me amas, me has amado¡¡
--¡¡sólo es sexo¡¡¡sexo¡¡¡¡ ¡¡Yo he recogido lo que tú me has ofrecido¡¡¡yo no tengo la culpa que seas una puta¡¡
--¿eso es lo que piensas de mi?
Fernando lo mira con dolor, con rabia. Se traga sus lágrimas y se va llorando. Corre y Pablo en seguida lo pierde de vista. Se queda muy triste.
Fernando huye de su amor, de su debilidad.
--¡¡¿¿porque?¿¡¿porqué? ¡¡no debí hacerlo¡¡¡ ¡¡no debo ser feliz¡¡¡ ¡¡no debo distraerme de mi misión¡¡ ¡¡No puedo ser feliz sobre la muerte de mis padres¡¡ ¡¡tengo que vengar su muerte.
Siente mucha culpa por ese momento de amor que ha disfrutado y no se puede sacar de la mente.
--¡¡merezco un castigo¡¡ ¡¡soy una basura¡¡ ¡¡toda la furia de mis padres tiene que caer sobre mi porque les he fallado¡¡¡les he fallado¡¡
Correr lo calma pero igualmente regresa a la casa sofocado. Quiere encerrarse en su cuarto en seguida. Sabe que Altamira se va a preocupar. Pero Jacinto sale del cuarto de su esposa y muy dolido le pregunta:
--¿¡donde estabas?¡¡
Y entonces Fernando se da cuenta que pasa algo:
--¿qué ocurre?
Y Jacinto rompe a llorar como un niño:
--mi vieja se muere.
Esta noticia impacta mucho a Fernando. Siente que un puñal atraviesa su alma:
--¡¡no ella no, con ella... no¡¡ ¡no me castiguen de esta manera¡¡¡así no¡¡ --dice Fernando con mucha angustia.
Está destrozado.
Fernando entra en el cuarto de la anciana que está agonizando. La abraza y le suplica que no se muera.
--¡¡usted no, me me hagas esto¡¡
Con una voz de ultratumba Altamira dice a su nieto postizo:
--lo que más me duele es dejarte solo.
Fernando y Jacinto uno de cada lado llora. La anciana los mira muy débil. Les pide que se cuiden. Y fallece ante el dolor de su esposo y Fernando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario