Fernando no tiene tiempo a reaccionar. Sarai se suicida ante él. Fernando queda como en shock. No sabe ahora qué hacer con todo su odio cuando Sarai ha sido capaz de matar a su padre y a Carla por él y además le ha devuelto las armas para destruir el imperio de los asesinos. No tiene lágrimas. Sólo se le ocurre una palabra:
--perdón.
Ante él tiene muertas a dos mujeres que han estado en su vida. Le duele en especial la traición de Carla a la que conoció siendo casi un niño cuando huía de un amor, el de Pablo , y de más muerte, la de sus abuelos adoptivos. La mira, recuerda momentos que compartieron, en cierta manera la quiso.
--¿¡porqué?¿porqué?
Llama a la policía, levanta los cuerpos. Le hacen muchas preguntas. Sospechanque él puedo haber matado a las dos mujeres. Fernando se desespera:
--¡¡mis manos están limpias. Yo no toqué el arma¡
La policía es muy violenta. Lo esposa y lo saca a empujones.
--¡¡yo no soy un asesino, yo soy la víctima ¡
Fernando entrega las pruebas que destruirán todo un imperio de muerte, que llevará a mucha gente a la cárcel pero aunque en parte es una prueba a su favor también es un motivo para asesinar a Sarai. Lo llevan a una celda mientras hacen sus averiguaciones. Fernando se aferra a los barrotes de su celda. Por su mente pasan las imágenes del dolor de Pablo , de Emilio, la muerte de Sarai . Aunque no quiere que le afecte no puede evitar sentir culpa. Le duele el dolor de los dos hermanos. Piensa en lo mucho que amó a Pablo. En que Pablo ha sido el único hombre con el que se ha acostado. Está herido. Tiene grabado en su alma a Pablo terniendo sexo con Rodrigo y asegurando que hasta ese momento nunca había estado con un hombre. Fernando no puede soportar la idea que Pablo no hubiera estado hasta ahora con nadie más y ahora lo haya hecho para lastimarlo a él.
Fernando da golpes a los barrotes llorando:
--¡¡no es cierto¡¡lo dijo para lastimarme¡¡ Es una puta, ha estado con miles de hombres¡¡
Su sangre hierve, siente un gran dolor. La culpa por todo el daño que ha hecho lo está matando por dentro. Cae al piso llorando sangre mientras que se golpea la cabeza con los barrotes
Simón está en su departamento teniendo sexo con una prostituta cuando llega la policía a detenerlo. El abogado los recibe envuelto en una sábana:
--¿¡de qué se me acusa?¡
Y cuando le nombran la larga listas de sus crímenes el hombre se calla. No dice nada, sabe que está perdido. Sabe que ha sido Emilio que ha puesto las pruebas en las manos que no le correspondía para sus intereses. Mientras se lo llevan la prostituta quiere saber quien le va a pagar. Simón siente que está demasiado perdido como para preocuparse de ella.
--¡¡vete al diablo¡
Y sin cobrar por un trabajo que casi había acabado la prostituta se pone muy agresiva:
--¡¡ojala te pudras en la cárcel¡
Y Simón es consciente que los deseos de la joven se harán realidad porqué le esperan muchos años de cárcel.
Emilio, muy triste, llega a su casa de pasear a su perro. Pone la televisión. Ve a Simón entrando en comisaría. Habla de toda una mafia, de crímenes, de muchas más detenciones. También se entera que Fernando está detenido como sospechoso de dos muertes.
--¡¡no, él no¡
Y aunque Fernando lo ha lastimado mucho, no le quiere ningún mal.
--él es una víctima ¡¡una víctima¡
Emilio siente un gran odio al pensar que por sus venas corre sangre de un asesino, del hombre que destruyó la vida de su amado. Llora sangre. Sólo su perro lo alegra.
Ha caído la noche, sólo en su celda, Fernando no deja de pensar en lo que ha sido su vida: la muerte de sus padres, una vida llena de miedo, de culpas. La muerte de sus viejitos, su amor tormentoso por Pablo, su boda con Sarai.
--¡¡no soy yo el que tiene que estar acá, es a mí al que destruyeron la vida¡
Fernando está resignado a pasar la noche en ese horrible lugar. De repente se abre la celda.
--¡¡fuera eres libre¡ ¡¡la prueba de balística dio negativa¡
--¡¡eso ya lo dije yo¡
--Además una persona habló en tu favor, uno de los hijos del asesino de tus padres, te apoya y quiere que se haga justicia y tú estés libre.
Fernando no puede evitar una punzada en el corazón:
--Pablo, fue Pablo.
Aunque hay mucho odio en él, hay una pequeña luz en su interior que ha luchado por no apagarse. Un gran amor hacia Pablo . Se lleva un gran disgusto al saber que ha sido Emilio
Encerrado en su casa del pueblo, Pablo ha seguido lo que ha pasado con Fernando por la televisión. Siente un gran odio por él:
--¡¡ojala no salga de la cárcel¡
Ahora es él quien lo quiere lastimar:
--¡¡pagará por todo el daño que me ha hecho¡¡
Pablo se ha dejado llevar por su odio, quiere destruir a Fernando y se siente fatal por haberse entregado a otro hombre pero ese mismo odio lo canaliza hacia él.
--¡¡te voy a destruir aunque me destruya a mí mismo¡¡
Fernando sale de la cárcel, Emilio está detrás de él. Fernando no soporta que Emilio está cerca de él porque le recuerda lo lejos que llegó con su venganza y eso es algo que lo lastima.
--¡¡no quiero verte más, me tienes harto. Jotito¡
--¿porqué eres así, conmigo? Yo no te he hecho nada sólo quiero ayudarte.
Fernando se para. Es muy agresivo.
--¿¿¡y a cambio de qué?¿de acostarme contigo?
A Emilio le duele que Fernando lo desprecie tanto:
--de ser tu amigo.
Fernando lo agarra de los brazos:
--¡¡¡Nunca¡¡¿¿me oyes?¡¡¡ ¡¡nunca¡¡ ¡¡una locaza como tú me da asco¡¡ ¡¡deberías estar muerto¡¡¡odio a los jotos como tú¡Eres despreciable. Repugnante se te queda corto¡
Fernando se va lleno de rabia. El odio de Fernando es algo que lastima mucho a Emilio
Nadie acude al entierro de Sarai, sólo Fernando. A lo lejos lo contempla Emilio con la mirada desquiciada. El rechazo de Fernando lo tiene destrozado. Desea acercarse pero no se atreve porque no desearía un nuevo rechazo. Lo mira de una forma enfermiza.
--yo voy a estar siempre a tu lado,serás feliz. Aunque tú me odies yo haré todo lo posible para que tú seas feliz.
Fernando deja una rosa en la tumba de su esposa.
--gracias por todo, perdoname.
Se santigua. Siente un gran dolor. Le duele no haber podido hacer nada por salvarla. Le duele que haya dado su vida por él. Llega a la gran mansión de los Carvalho. No sabe bien qué hacer con su vida. Le ha llegado un sobre. Es del sobre de Pablo . Todo él se estremece. Piensa en Pablo. Tiene una pequeña ilusión, en el fondo sabe que lo único que le puede salvar es el amor de Pablo . Le sorprende ver que es un cd.
--ya se vengó de mí.
No puede creer que se trate de lo mismo. Está convencido que su Pablo es incapaz de eso.
--¿y si me dice que me ama y quiere que la perdone?
A Fernando le emociona pensar que pese a todo lo que ha pasado Pablo pueda seguir amándolo y busque un acercamiento con él
--¿¿será que podría olvidar todo el odio y ser feliz con él?
La medalla que lo identifica como quien es en realidad cuelga de su cuello:
--Fernando de la Torre, soy Fernando de la Torre.
Se le hace muy extraño poder decir su propio apellido:
--Ya se acabó Fernando Lavalle, ya no tengo nada que ocultar.
Y Mientras está apunto de salir la imagen de lo que contiene la videocámara Fernando está ansioso pensando en lo que le va a querer decir Pablo . Aunque ya se ha vengado él no se siente diferente. Tiene dentro de él mucho odio, mucha rabia. No da crédito a lo que ve, es Pablo revolcándose con varios hombres. Pablo es el pasivo. Hay cinco hombres más. Pablo se deja humillar y hacer de todo por cada uno de esos hombres que lo tratan como a una puta
Fernando está en shock. No puede creer que Pablo haya caído tan bajo. Llora de rabia, de dolor. Estrella contra el piso el televisor. Grita como loco.
--¡¡maldito seas, maldito¡
Las empleadas están muy asustadas por estos arranques de locura de su patrón pero no dicen nada. No se atreven. Fernando de rodillas llora y aúlla retorciéndose de dolor
Pablo se siente sucio. Se da una buena ducha. Tiene la piel enrojecida de tanto que se la ha frotado. Por un lado siente asco por haber permitido que otros hombres lo tocaran pero por otro lado siente una gran satisfacción al pensar en el dolor que le habrá causado a Fernando. Se golpea la cabeza contra la pared. Llora de rabia y dolor. Cae en el suelo de la bañera retorciéndose de dolor. Sale al cabo de un rato. Su mirada está muerta. Rodrigo toca insistentemente y como siempre Pablo lo ignota. Harto rompe la puerta y entra a la fuerza. Pablo, desnudo está furioso pero Rodrigo dice:
--¿te quieres casar conmigo?
De repente Pablo ve que Fernando se acerca. Y grita:
--¡¡sí, me caso contigo¡
Pablo siente un gran odio por ese hombre que tanto amó, disfruta al ver su dolor. Besa a Rodrigo, Fernando se aleja llorando sangre.
Días después se celebra la boda en el Registro Civil. El mismo lugar donde fue la falsa boda de Pablo y Fernando pero esta si es autentica. Los recuerdos torturan a Pablo que tiene que hacer un gran esfuerzo por que no se le escapen las lágrimas. Rodrigo está feliz. Desde la puerta, Fernando los mira llorando sangre.
--te amo --dice para sí.
Espera un momento de coraje para interrumpir la boda, momento que no llega. Emilio se acerca por otro lado lleva un arma en el bolsillo. Mira enloquecido a Fernando y saca el arma.
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